Monday, September 29, 2008

Calíope: Blanco y Plata

Calíope se despista y, por un momento, sigue la estela que ha visto pasar por el rabillo del ojo. Blanca y plateada dibuja ondas en el aire, danzando con el viento de forma coqueta y sinuosa, dejándose llevar y a la vez marcando el ritmo. Gira la cabeza y la sigue, sorteando coches y peatones, paseantes muy rápidos o demasiado lentos que no se percatan de su presencia.

Un salto, dos saltos; como Alicia persiguiendo al Conejo Blanco antes de caer por la madriguera, como Dorothy caminando sobre baldosas amarillas en busca del Mago de Oz. Comienza a sentir las gotas que empapan su rostro, ¿dónde dejó su paraguas? No importa, el fulgor danzante la tienta, la llama, le pide que vaya con él. Gira una esquina, y todo se vuelve cada vez más gris, resaltando sólo la plata de las ondas oníricas. Salen de la cabeza de alguien, éso es seguro.

Corre, esquiva, comienza a llover con fuerza y los rayos iluminan el cielo. El blanco la ciega, pero no es el blanco de la electricidad celestial, es otro tipo de fuerza divina.

Sobre una fuente, brazos abiertos, extiende sus alas y deja que el viento se lleve un millón de plumas. Algunas se aferran a su cabello, abrazándolo para no dejarlo jamás. Polvo de estrellas, polvo de hadas que salpica sus ojos ante el espectáculo de Arcadia y le incita a acercarse, a tomar su mano y a volar. Ante su cercanía, la mira, sonríe; y Calíope le devuelve la sonrisa para iluminar si cabe más el cielo relampagueante. La invita a que bailen juntos, lejos de las miradas de los humanos... Un pestañeo, a través del espejo... Vuelan lejos del suelo, un poco más cerca del sol.

Ha pasado un ángel, ¿lo viste tú?

Wednesday, September 24, 2008

When you were young...

Sonríe como si de verdad lo quisieras, al menos inténtalo para que se marquen sus señales en tu cara y recuerdes las sonrisas al ver sus marcas con el paso del tiempo.

Realmente es como lo que soñabas cuando eras muy pequeña, pero ése concepto de romanticismo es un arma de doble filo capaz de hacer más daño por el lado bueno que por el lado malo.

¿Merece la pena seguir manteniendo esa esperanza? La fe la perdiste hace ya mucho tiempo, ¿por qué mantener la esperanza?

Supongo que se debe a que la caminata es larga y solitaria, y ya no te merece la pena soñar... sólo merecen la pena las pesadillas....

Hace mucho que dejaste de esperar sentada al príncipe, y tomaste tú la espada para marchar a luchar campo abierto. No eres una princesa al uso, más bien lo eres al desuso...

Ahí está escondida en tu sombra, revoloteando con sus alas de cristal. Y es que ya no eres tú la que hablas, soy yo... el Hada de mis Pesadillas.

Tuesday, September 23, 2008

De dualismos conceptuales y arroces variados


Odio que la gente me diga primero una cosa y luego otra diferente; y desgraciadamente es algo que me ocurre con bastante frecuencia, sobre todo en casa.

"El trabajo que hiciste es estupendo", y a los cinco minutos es una mierda. "Qué bien que limpiaste el salón", pero al rato soy una vaga porque no hago nada. "Estás más delgada, qué tipito", y luego resulta que no, que me estoy poniendo como una vaca. "Todavía eres joven, no te preocupes"; y luego se me está pasando el arroz.

Creo que a los 26 es difícil de que se te pase el arroz de algo, por lo cual no comprendo esta actitud tan extraña no sólo por parte de mi madre, sino por parte de toda mi familia. ¿Preferíais que a los 23 hubiera estado ya viviendo con mi novio en una casa y embarazada? ¿O éso es demasiado joven? ¿Es tan importante una diferencia de tres años? ¿O de seis? ¿Y si son diez, eh? ¿Por qué todo el mundo tiene la jodida manía de correr tanto? Con lo bonito que es exprimir cada momento de esta vida al máximo, que sólo es una y hay que aprovecharla...

Según la psicología sistémica, si tuviera el factor genético a estas alturas sería o bien una esquizofrénica, o una anoréxica/bulímica, o una persona con . ¿No es exhausto que uno nunca sa lo suficientemente bueno para sus padres? En mi caso es frustrante, porque primero me dice que sí, soy buena y de sobra... pero luego no, no levanto ni dos palmos del suelo...

Menos mal que hace años dejé de escuchar este tipo de cosas... y cuando suenan a mi alrededor, sólo escucho el sonido de guitarras eléctricas....

Thursday, September 18, 2008

Fisiología sentimental.

"En los lóbulos parietales se desarrolla el sistema emocional y el sistema valorativo. El sistema emocional esta en las 2 amígdalas cerebrales (situadas cada una detrás del ojo, a una profundidad de aproximadamente 5cm), en estas están todas las emociones que tenemos y que damos cuando algo o alguien interfiere en la actividad que este haciendo en el exterior. Por otra parte esta el sistema valorativo, este es la relación que existe entre los lóbulos prefrontales (que como su nombre lo indica esta atrás de la frente) y las amígdalas cerebrales, esa relación "física" se llama hipocampo."

Fuente: Wikipedia (tags: Cerebro)


¿No es absurdo que nuestro sistema emocional se pueda resumir en una frase tan estúpida como es "Te quiero con la amígdala cerebral"? Pues según parece, así sucede... pero -me pregunto yo-, ¿no es demasiado reduccionista limitar nuestras emociones y sentimientos a un mero cúmulo de reacciones químicas, expulsiones hormonales a través de glándulas cerebrales y descargas eléctricas? Encuentro notablemente romántico el concepto de las descargas, ya que aveces es lo que sentimos ante la presencia de algo/alguien que "nos hace sentir" (y oh, adoro el chasquido que se escucha en mi cabeza en esas situaciones, casi como si saltaran los plomos de la emoción); pero a veces el querer hacerlo todo a través del Santo Métiodo Científico resulta exasperante.

Supongo que es éso lo que me hizo replantearme todo lo que tiene que ver con mi carrera (Psicología), una "ciencia" inexacta donde se pretende pragmatizar dicho método sin ton ni son; donde se olvida que antes de los microscopios y electrodos existía un "Siento una presión en el pecho, una tristeza inexplicable, tengo roto el corazón"; donde a veces parecen olvidar que tratas con otra persona, no con un conejillo de indias parlanchín.

No defiendo el psicoanálisis, pero creo que un buen psicólogo debe de empezar por conocerse a sí mismo para ser capaz de comprender a los demás. "Nadie mejor que un loco para entender a otro loco", siempre me he dicho. Porque, al fin de cuentas, ¿no hay que estar mu loco para vivir en el mundo que nos rodea? ¿Acaso no son los locos otra cosa que soñadores diurnos? Por supuesto, hablo de una locura sin base fisiológica, es decir, nada de enfermedades mentales... ¿Acaso no es esa locura la que me hace vibrar al sentir (repito, SENTIR) una canción?

Una vieja canción de Kula Shaker rezaba: "Escucho el sonido de la batería en una melodía... sé que el momento ha llegado..." las descargas comienzan a sucederse en repetición contínua en mi cerebro, erizando el alma... sintiendo toda su armonía y perfección.

¿Reduccionismo fisiológico? Por favor...

I hear the sounds of drums....

Monday, September 15, 2008

Calíope: Pequeña introducción a la futura reflexión sobre el dolor.


- ¿Qué ves cuando miras mis ojos?

Oniros la mira fijamente, sin pestañear, escudriñando dentro de esos ojos verdes que lo traspasan desde la otra punta de la mesa.

- Veo esperanza - contesta.
- No seas estúpido, ¿lo dices por el color?
- No, lo digo por el brillo que desprenden, pequeña zorrita arrogante - sonríe pícaramente -; a veces te crees muy importante, ¿eh?

Calíope chasquea la lengua y sonríe al mirar a Oniros, siempre sabe dar en el clavo. Se levanta de su asiento, colocándose justo frente a él, y levanta la pierna hasta apoyar el pie sobre su pecho, tomando una pose sensual y amenazante a la vez. Ahora están jugando al mismo juego, y sabe que a él le encanta. A ella siempre se le ha dado bien apretar determinadas tuercas...

- Esta zorrita es una princesa, no lo olvides nunca, maldito lacayo...

Una vez mas mueve sus labios para decir su nombre, con serenidad, con parsimonia....Provocando descargas eléctricas en el ambiente.

Ca - lí - o - pe...

Acto seguido, la tira sobre la mesa. Ése mágico momento.
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¿En qué momento descubrí que el placer y el dolor podían ir unidos de la mano? ¿En qué momento me hice adicta a esa adrenalina, a esos impulsos de serotonina que provocan descargas en mi cuerpo? ¿A la electricidad orgánica que es capaz de erizar cada milímetro de mi piel?

¿Es eso bueno o malo? La pregunta a veces asoma por mi cabeza, y yo le insto a callarse y volver a su rincón. No es bueno ni malo, me hace feliz y punto.

No lo recuerdo, pero siempre hay una correa, una cadena o algo cerca de mí que me susurra lo que soy, que me recuerda que ésa sensación está aquí... Para quedarse.

Interesante combinación, ¿hasta dónde somos capaces de llegar las hadas?

Wednesday, September 10, 2008

Teorías cromáticas acerca de la vida.



Siempre he tenido la teoría de que los niños diferencian más colores que los adultos; que éstos van perdiendo su capacidad de apreciar la belleza y magia del entorno a medida que van creciendo y tropezando con la vida una y otra vez... perder la luminosidad y el brillo en los ojos, ser incapaces de recordar los juegos infantiles en los que éramos bucaneros, ladrones de guante blanco, viajeros interestelares, magos medievales... trabajar, dormir, ahorrar, comprar una casa... ésas tareas y preocupaciones nos obligan a abandonar el mundo de hadas, Avalon, Nunca Jamás, Fantasía, Wonderland, el centro del Laberinto y todos esos lugares en los que nuestra imaginación crece y crece... al disminuir ésta, nos hacemos más y más mayores, más grises, más de un mismo color. La luz se vuelve tenue, y nos cuesta más ver la diferencia de los vivos colores que nos rodean...

Pero hay un pequeño sector que no todo el mundo es capaz de ver y reconocer; un pequeño sector de gente adulta que todavía tiene ese brillo en los ojos y miran al cielo soñando, en silencio, con poder volar... barcos piratas que vuelan, dragones que escupen fuego y nos cuentas historias de antes de que la Tierra fuera la Tierra; hadas que, a escondidas, roban los granos de arena que Sandman nos deja sobre los ojos antes de irnos a dormir.

Nosotros, los Niños Perdidos, los niños malos de los cuentos, somos aquellos que vemos un mundo en blanco y negro, lleno de color y escalas de grises; armónicos, puros, brillantes, arrebatadores, capaces de emocionarnos. Oímos la música más allá de los ultrasonidos, nos palpita en el pecho, retumbando en nuestras cajas torácicas, y nos hace llorar.

Nosotros, los Niños Perdidos, los que soñamos con historias que nos llegan más allá de los confines de la luz.

Hijos de los hijos del Sol.

Los Niños Perdidos que aguardan extender sus alas para volar.

Tuesday, September 09, 2008

Turnedo

Iván Ferreiro - Turnedo

Turnedo es una canción que habla de rencores y de lo que sentimos cuando nos abandonas, pero ¿alguien la ha escuchado alguna vez desde el otro punto de vista, es decir, desde el que se marcha? ¿Alguien se ve reflejado con aquella persona que pasea por la playa bajo la lluvia, aquella que grita que el otro no es capaz de quedarse? ¿Alguien que no quiere que lo quieran, sólo quieren que lo abracen...?

Nunca me he sentido así del todo, pero es algo en lo que pienso a menudo. Indudablemente, el que se marcha suele sufrir menos que el que se queda... pero nadie tiene en cuenta nunca sus sentimientos, ya que es "el malo" de la película.

Me han dejado muchas veces (con motivos, sin motivos aparentes... como a tod@s), y al escuchar Turnedo, veo los rostros de todas esas personas; y es tal vez por ello que no siento rencor, porque sé ponerme en el lugar del otro. Dolor, pena, dudas... pero rencor... ¿para qué?.

El rencor te ayuda a sobrevivir algún tiempo, pero no alimenta una vida; la vida hay que llenarla con otro tipo de sentimientos... amor, odio, esperanza, alegría, tristeza... pero no con rencor.

Creo que ya se ha dicho por ahí... yo quiero que me abracen, que de querer y lo demás ya me encargaré yo... voy sobrada de esos sentimientos.

Thursday, September 04, 2008

Divagaciones

Blanco sobre blanco, es una expresión que utilizaba cuando de pequeña veía a mi abuela pintar todos los años la casa, 'encalar', como se suele decir por aquí abajo. Luego es una expresión que comencé a aplicar a mí misma a la par que iba creciendo, pintaba mi propio lienzo 'blanco sobre blanco' cada vez que un pequeño error de pulso hacía que no me cuadraran las líneas, y vuelta a empezar a pintar. Con el tiempo descubrí que era mejor dejar esas líneas mal dibujadas, para mirarlas y recordarlas siempre que le echara un vistazo al cuadro de mi vida, que se supone bonito con sus imperfecciones, como todos los cuadros de todas las personas.

Y de pronto, tengo 26 años, casi 27 en 3 meses. Miro mi cuadro y no sé qué es lo que veo. ¿Me gusta, me disgusta? No, simplemente me es indiferente. Creo que es un lienzo muy pequeño para lo "grande" que yo soy; no puedo dibujar líneas correctamente en él. He desdoblado un trozo de la parte de atrás para agrandarlo, y en ese espacio han aparecido pequeños puntitos que me piden sonrientes que gaste en ellos pinturas. Mis pequeñas estrellas brillantes, mis pequeños puntos saltarines, me observáis desde un retazo del lienzo que está casi sin dibujar, junto a otros pequeños puntitos aún poco visibles... pero tengo miedo a seguir dibujando y expandir esta pintura ya de por sí extraña; siempre he sido valiente a la hora de dar brochazos, y el dibujar con precisión ahora me es muy difícil... además, me da tanto miedo a que vean el cuadro... lo más curioso es que lo quiero enseñar, ¿sabeis?

Si no tengo cadenas y anclajes... ¿de qué tengo miedo? Es una agorafobia repentina que me asalta, pero me da igual. Voy a echar a volar.

Wednesday, September 03, 2008

Calíope: Nudos y Efectos Mariposa.

Su madre siempre le contaba cuando era pequeña que el abuelo había sido marinero de joven, y por eso era capaz de realizar tantos nudos como imaginara, para atar cualquier cosa. También le contaba que, en sus años de marino, tuvo que enfrentarse a muchas tormentas tropicales mientras navegaba alrededor del mundo; y que muchas de esas tormentas habían sido provocadas por el simple aleteo de una mariposa. Así, con tan sólo 5 años, tuvo su primer contacto con una simplificada Teoría del Caos.

Con el paso de los años se preguntó si su abuelo era también capaz de realizar nudos con las entrañas de las personas, porque si era así, ella quería aprender a hacerlos... No se explicaba otra forma de llevar a cabo su venganza contra todos aquellos que anudaban su estómago sin ton ni son, removiendo su mundo, poniéndolo boca abajo, boca arriba... Sintiendo náuseas al verlos aparecer. Uno tras otro se lo había hecho, y al final siempre tenía que introducir sus manos dentro de sí misma para deshacer en entuerto, la devastación.

Y mientras, el batir de las alas de la mariposa la seguía allá donde fuera, rememorando las palabras oídas en su infancia..."El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo"... Ella trataba de hacerse oír, bien fuerte, para que en el otro lado del mundo la oyeran también... ¿Pero era allí donde la debían de oír?

Fe y esperanza en el Efecto Mariposa. Esperaba impaciente el Maelstorm, el torbellino... la tempestad.