Monday, March 23, 2009

Una juventud violenta.

Lo vemos todos los días en las noticias, lo escuchamos por la radio, en los programas del corazón... se hacen campañas de prevención, se trata de evitar que suceda... pero sigue sucediendo, y cada vez más.

El caso de Marta del Castillo hace que te plantees cuán segura estás rodeada de gente; te replantea y hace mirar con otros ojos al género masculino... ¿Y si no es tna encantador como parece? ¿Y si, a pesar de ser ahora amable conmigo, se pone violento cuando haga algo que no le guste?¿Acaso tengo que vivir en la sociedad de "las Mujeres Perfectas"? Luego te lo niegas en tu propia cabeza, "No, a mí no me va a pasar, por favor". Hasta que pasa.

Este pasado fin de semana un elemento subversivo estuvo reteniendo (y casi agrede) a una de mis mejores amigas contra su voluntad. Suena a coña, no te planteas que alguien que va de progre, cool y moderno, pueda tener una reacción así. Y no obstante, la tuvo. Ahora esta chica se debate entre el terror y la misantropía máxima hacia el género masculino... y lo mejor, la "culpa", es de ella.

Claro que la culpa es de nosotras. Es de nosotras por dejarnos engatusar por palabras y caras dulces. Es de nosotras por confiar cuando te tienden una mano. Es de nosotras, por ser claras y tener las ideas claras. Es de nosotras, por tener miedo.

Me asusta que cada vez pasen estas cosas con gente cada vez más joven, y de clases sociales tan dispares y diferentes; y con educación o sin ella. La violencia ya no es algo de las clases bajas o de zonas marginales. Nos afecta a TODOS. Y por mucho que trate de pararse, sólo engendra más violencia.

Porque claro, ahora soy yo la que quiere coger un bate de béisbol y partir cráneos. Porque el que hizo la ley, hizo la trampa. Porque todo es un juego político.

Porque somos una juventud violenta que tiene sueños de paz e igualdad.

Friday, March 20, 2009

La vampira se queda huérfana...

Esta semana falleció José González.
"Y qué más me da", diréis muchos.
Bueno, a mí sí me da, y por eso escribo sobre ello.

José González, Pepe; era el creador y principal dibujante de Vampirella, un mito erótico de los años setenta y uno de los cómics más famosos de entonces. Fuera de nuestras fronteras, Pepe era una eminencia. Tenía varios premios y su obra era muy apreciada. Pero en España, nunca tuvo el reconocimiento que se merecía, igual que otros muchos grandes de su época como Esteban Maroto, por citar a alguno (Esteban sigue siendo grande aunque hoy en día no lo conozca mucha gente); o como le sucede también a la genial Purita Campos, que sólo la recordamos aquellas que reíamos y llorábamos con sus historias de Jana o Esther.

Pepe se ha marchado y España apenas lo recuerda; lo cual me hace pensar acerca del nivel cultural medio de nuestro país. Este verano, en los programas basura, recordarán de nuevo a la Jurado (bien merecido, esta señora era una artista, aunque es el morbo lo que genera noticias alrededor de ella) o a la Carmina Ordóñez; y de Pepe no se acordará nadie más dentro de unos meses. Sólo los que éramos seguidores de su obra, obra que guardaremos con anhelo; lo recordaremos al leer sus cómics y ver sus ilustraciones...

Ésto me lleva al reflejo de nuestra sociedad: para qué va a querer un chavalito con talento dedicarse al mundo del tebeo, sacrificado y difícil de recorrer; cuando con dar un braguetazo en la prensa rosa tienes media vida resuelta y te van a recordar incluso después de muerto... Para qué esforzarte.

Menos mal que entre la maleza todavía se encuentran algunos tallos débiles deseosos de brotar fuerte, muy fuerte...

En fin, Pepe; qué quieres que te diga. Que algunos sí te vamos a echar de menos. Que hoy Vampirella, tu criaturita, llora tu marcha. Pero sonríe, que todavía quedamos unos cuantos con ganas de soñar...